La sarna es conocida como una de las enfermedades de la piel más frecuentes en gran parte del mundo, pero muy pocas personas conocen realmente a qué se debe la aparición de esos bultillos rojizos para nada estéticos y que tanta comezón producen. Por esto, a continuación mencionaremos cuáles son las causas de la sarna y qué síntomas presenta, con el fin de ayudar a su identificación y, más importante aún, a su prevención.
Cuáles son las principales causas de la sarna
La aparición de la sarna o escabiosis se debe esencialmente a la picadura de un pequeño animalillo conocido como ácaro, el cual produce una reacción alérgica en la piel de la persona o el animal afectado, haciendo que aparezca una serie de ronchas de color rojo que van acompañadas de un picor bastante intenso.
Este bichillo tan diminuto pasa desapercibido muchas veces y solo se detecta su presencia cuando aparece un problema mayor, en este caso la sarna. Ahora bien, su aparición es propiciada cuando existen condiciones precarias de higiene, pues se esconde entre el polvo de las alfombras, los tapetes y las cortinas, así como en los colchones y la ropa de cama que no suele cambiarse con asiduidad, entre otros muchos lugares.
Ahora bien, puede que, de padecer sarna, ésta no haya llegado a ti por tener ácaros en casa, ya que también puede contagiarse al estar en contacto con personas infectadas e intercambiar objetos de uso personal con ellas.
Qué síntomas se asocian con la sarna o escabiosis
Ya hemos mencionado las causas de la sarna pero ahora conviene hablar acerca de la sintomatología que acompaña a esta molesta enfermedad.
Así, algunos de los principales efectos que produce la escabiosis son:
- Irritación y brotes en la piel de apariencia similar a las espinillas.
- Intensa comezón que se acentúa durante las noches.
- Formación de pequeñas ronchas de color rojo que aparecen cuando la persona o el animal infectado se rasca para calmar el picor.
Estos síntomas suelen aparecer sobre la piel durante los 4 días posteriores al contagio y deben ser motivo de consulta con un especialista, quien administre el tratamiento adecuado para mejorarlos.